enero 30, 2008

Un fragmentito de Las buenas conciencias

Helo aquí: de regular estatura, pelo castaño y cada día más ralo, boca apretada y color bilioso, con las mejillas colgándole desde los duros párpados: ojos pequeños y severos, rostro escrupulosamente afeitado, y un empaque de solemne celebridad. Sentencioso, dado a invocar reglas morales a cada instante y a llevarse la mano al chaleco con gesto imperial. Trajes conservadores y un tanto anticuados, dientes postizos, anteojos bifocales para leer. Si durante un largo período debió sacrificar su beatería religiosa a la necesidad política, cuando pudo declararse en público "creyente" reparó con creces los años perdidos. Las palabras "católico" y "gente bien" volvieron a sonar, con sinonimia, desde sus labios apretados. Y pudo, de esta manera, volver a conciliar, con profunda satisfacción, sus intereses mundanos con su retórica religiosa. "La propiedad privada es, decididamente, un postulado de la razón divina", "En México, la gente decente tiene la obligación de custodiar la educación, la moral y la actividad económica de un pueblo tan atrasado como el nuestro", "La familia y la religión son los tesoros del hombre": tales eran sus máximas más frecuentes y felices. Individuo de horas exactas, no toleraba la impuntualidad, las conversaciones frívolas o la mínima alteración de las costumbres por él establecidas. Debía tenérsele el baño caliente a las siete y media, y a las ocho un huevo pasado, durantes tres exactos minutos, por agua; debía tendérsele sobre la cama la ropa lavada de la semana para que personalmente la contara y diera su visto bueno a la dosis de almidón de los cuellos; debía encauzarse la conversación, en su presencia, hacia temas de interés familiar que le brindasen la oportunidad para formular una sentencia; la familia debía rezar el rosario a las seis de la tarde y vestir de negro para ir el domingo a misa. Pero por encima de todo, nadie debía contradecirlo y todos debían acatarlo. Y así sucedió, en efecto, durante mucho tiempo. El índice levantado del Balcárcel era signo de autoridad definitiva. Cada noche, el buen hombre podía meterse entre las sábanas acompañado de los periódicos -su única lectura- y de un sentimiento infinito de razón, reposo y autoridad.

Carlos Fuentes, Las buenas conciencias.

enero 28, 2008

Teatro musical (2)

¡Bravo! El Rey León estuvo muy bien. Pero, la verdad sea dicha, nada supera todavía a Les Misérables. Aunque no por ello dejo de admitir que visualmente la obra es muy buena, pero sentí en todo momento la comparación con la película. La película, desde mi opinión, es el pináculo de las películas de dibujos animados de Disney. Volviendo al musical, me pareció bueno y entretenido. Aquí unos videos que se encuentran en la red.





Y como hablamos de felinos africanos, pasemos de gatitos a gatitos. Una obra que sólo he podido ver en video es Cats. Definitivamente no es mi favorita, pero tiene algunos números muy buenos. Entre ellos, desde luego, "Memory".





Finalmente, para cerrar este recuento de musicales, no podía dejar de mencionar la magnífica Chicago. ¡Oh mi Dios! Second best in the list, boys and girls. De verdad, ¡tantas canciones para recordar! Pero la siempre memorable es "All that Jazz". ¡Y hay que escucharla en francés! Oh, mes chéries, c'est délicieux! Los personajes excelentes; Billy Flint, el mejor. Muy cerca de convertirse en mi favorita, sólo que Los Miserables son Los Miserables. Bueno, ya saben: invítenme a acompañarlos a algún musical y, muy posiblemente, seré feliz.









Bueno, ya. Me piqué. Hasta luego.

enero 25, 2008

Teatro musical (1)

Hoy desperté con una sorpresa de mis señores padres, quienes me invitan a ver The Lion King en el Auditorio Nacional. Hoy es el último fin de semana que se presenta esta obra en México, en la versión original de Broadway. Bueno, esto me inspiró comentar en este su blog sobre el teatro musical que tanto me gusta. En el teatro musical se funde la actuación con el canto y el baile para generar los espectáculos más impresionantes de arte.

Nada puede superar a Les Misérables. Mi favorita es "Soy el anfitrión" (Master of the House) donde el exquisito personaje de Thenardier hace sus travesurillas, que ya es delicioso desde que lo escribió Víctor Hugo. Aunque, por supuesto, no se puede desdeñar la imponente "Un día más" (One Day More), con la que se finaliza la primera parte de la obra. No pude encontrar escenas de la obra que se oyeran bien, pero les pondré las canciones como se vieron en el concierto del décimo aniversario de esta obra.




Una más que es excelente es Violinista en el Tejado (Fiddler on the Roof). Clásica ya es la canción "Tradición" con la que se abre la obra de teatro, en este caso les presento al magnífico Alfred Molina, como Tevye, en los premios Tony. Y bueno, lo mejor de lo mejor es la canción "Si yo fuera rico" (If I were a rich man). No he podido encontrar una mejor versión que la de Topol en la versión cinematográfica. En México, Pedro Arméndariz Jr. representó a Tevye y, aunque le puso mucho sabor y ganas a la canción, definitivamente el primer actor no es cantante.




¿Quién no se sabe la tonadita de Jesucristo Superestrella? Pero bueno, no se queda ni tantito atrás la cancioncita del Rey Herodes. "Come on, king of the jews." Buenísima. De la primera les dejo la versión del 2000 y de la segunda la versión de 1973.




Finalmente, La Bella y la Bestia (Beauty and the Beast). Lo vi en mi infancia en el Teatro Orfeón y sé que la veré proximamente antes de que acabe la temporada actual aquí en México. Quizás la mejor canción en la historia de Disney, "Nuestro huésped" (Be Our Guest), hela aquí en su versión teatral. Y también la canción del villano más ególatra, Gastón. (Cabe decir que, en México, Roberto Blandón representó a La Bestia, así como a Thenardier. En ambos personajes estuvo excelente.)


enero 23, 2008

¡Ah canijo!

¡Ahora sí que ni qué! Un "marciano" de a "deveritas". Bueno, lo que dijo la NASA, al mostrar esta fotografía, fue que se notaba una figura humanoide. De ahí que aseguren otra cosa... Yo digo, como dice BB Carlos, que todo nos va indicando que Jaime Maussan tiene razón... Pero antes que él, Pedro Ferriz Santacruz la tuvo. He aquí la polémica foto, casualmente marciana como nuestro blog.

Kermit feat. Blanca, Azul

Para tí, Shmoopsie Poo. Un poco de lo tanto que siento... (Obviamente, ni tantito que ver con ese partido azul feo, jaja.)

enero 20, 2008

¡María Daniela ataca de nuevo!

Fui introducido (como podrán ver es un anglicismo para "me presentaron") a María Daniela y su sonido lasser por mi querido amigo Erick "El Negro" Martínez. Me encantó desde que oí el proyecto. Esas letras taaan profundas son maravillosas y no permito que nadie diga lo contrario. Jajaja. Bueno, la cosa es que me gustó desde aquella vez. Veía en la página de Plug and Play una presentación del nuevo disco de este proyecto musical, titulado "Juventud en Éxtasis" (para las reminiscencias al libro de aquel autor, ver la respuesta misma de María Daniela en el video de Plug and Play).

Miedo fue el primer hit de este proyecto. El video está padrísimo. Es tan malo que termina resultando bueno. Ya saben, toda la carne al asador pa' la producción. Los viejitos hacia el final son lo mejor de lo mejor.



Después, llegó a nosotros El Bar Provoca. Claro, se nota la mano de Televisa. Un video mucho más producido. La letra carece del ingenio de Miedo y otras en el haber de María Daniela, pero bueno, el ritmo está buenón. Esta canción sirvió de marco para el poco exitoso reality show del mismo nombre, lo cual no implica que los reality shows no deban volver. (¡Muero por un nuevo Big Brother! Sí, ¿y qué?)

enero 17, 2008

Tus guiños me matan

Esa sonrisa espontánea ha vuelto a mí. Siento la delicadeza de una mañana feliz y satisfecha, proveniente de lo más hondo del alma. Aquí estoy, observando tu mirada magnífica, cubierta de enigma y salpicada de inquietud. Y ocurre de repente, ocurre sin previo aviso, ocurre sin detenernos en explicaciones o rotundas obligaciones. Todo va y viene. Tus guiños me matan. Me seduces con cada frase no dicha, pero expresada siempre por tus ojos. Me emociona imaginarlo. Hoy estás aquí. Llena de bromas imparables, de comentarios sesudos, de clase natural, de fuerte personalidad, de esperanza contraída, de hermosura desbordada, apareciste para quedarte. Sólo me preocupa no poder tenerte ahora. Porque quiero y desespero. Porque a veces no lo entiendo: ¿Llegué tarde o temprano? Quizás, solamente, justo a tiempo. Ahora respiro y percibo un intenso olor a ti. Ahora despierto y mi pensamiento primero es por ti. Me desvelo de pensar lo que puede esperarnos pero que el destino travieso, o tal vez maloso, detiene. A lo mejor nada más pospone. Desespero por que estés aquí conmigo, pero también entiendo que las cosas no son como uno quiere la mayoría de las veces. Me queda la confianza de saber que siempre ha llegado lo que me he propuesto y lo que he querido. Ciertamente, lo común es que no sea como lo imaginé o como lo planeé al principio. Ya será. Por ahora, me empeño en que sepas, en que creas. Sé que lo haces, pero quiero que te tatúes en la mente lo siguiente: “Tus guiños me matan”. Y no sólo eso, me fascinas toda tú. Una influencia sobrenatural se apodera de mí de sentirte sin siquiera tocarte. La misma que me hizo abalanzarme, sin pensar en oportunidades ni consecuencias. No me interesan las circunstancias coyunturales, porque sé que son sólo eso: coyunturales. Yo, para ti, soy presente y futuro. Soy la eternidad en la unión de almas concordantes. Las cosas se dan, la vida sigue su curso y el amor se manifiesta. Un amor raro, un amor poco convencional, surgido de no sé dónde, con llegada demorada y destino al infinito. Te he ido queriendo cada vez más con la intención contenida del que no entiende lo que está viviendo y sólo acaricia una sospecha. La pasión intensa de haber encontrado aquello que se estaba buscando. El suspiro final después de la carrera desesperada. La estación tras un largo y tortuoso viaje. La sumisión subjetiva a la emoción trascendental. El amor hacia la persona que menos se pensaba. Es como si la sola marea me trajera hasta aquí. Desde aquí podemos admirar el desconocido territorio del que se han venido abriendo senderos y ha dejado entrever la panorámica de la felicidad ansiada. Dios. Da miedo ver la foto completa. Descifrar y desentrañar. No hubo gran cosa que hacer. Se dio y ya. Negarlo sería absurdo. Tus guiños me matan. Te propongo algo: “Prolonga ese último guiño hacia toda la eternidad.”

Por todo lo que quiero decir, por todo lo que quiero vivir.
Por todo lo que me inspiras desde hace un tiempo ya.
Por la dicha inmensa de saberme en tu corazón.
Jerr. Enero 17, 2008.

enero 14, 2008

Johnny Depp as Sweeney Todd



Sweeney Todd is coming!

Muchas cosas se juntan en una película, que está por estrenarse en nuestro país y muy esperada por su servidor: Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street, protagonizada ni más ni menos que por Johnny Depp (magnífico, maravilloso y misterioso actor, digno de todos los premios e ídolo del individuo que aquí escribe) y dirigida por el no menos elocuente, excéntrico y excelente director Tim Burton. No sólo eso sino que, además, están acompañados por todo un elencazo: la hermosa y súblime Helena Bonham Carter, el supremo Alan Rickman y el grande Timothy Spall. Para cerrar con broche de oro es un musical. ¡Oh mi Dios! Ya de por sí, ver una actuación del ya no tan joven Depp es una bendición para el cinéfilo, júntenle los anteriores ingredientes y... Voilá! C'est un film! C'est le cinéma! Muero de ganas por ver esta película. Por lo pronto ya se llevó los premios a Mejor Musical y Mejor Actor en Musical de los desangelados Globos de Oro de este año, pero eso no le quita el mérito: la dupla Burton-Depp vuelve al ataque.

Never Forget. Never Forgive.
Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street.

enero 12, 2008

Hoy desperté con esa sensación en el estómago, ¿sabes? La misma sensación de la primera vez en que nuestras miradas se cruzaron. Ese pequeño incómodo pero delicioso hueco en el estómago, que me dice que tú eres especial. Y es que lo eres. Única como sólo tú. Bella como sólo tú. Interesante como sólo tú. Absoluta como sólo tú. Hoy desperté con esa sensación en el estómago y no me quedó más que admitirlo. Me levanté de la cama, tomé mis cosas, volteé hacia el Cristo que tengo en la cabecera y emprendí el camino. Un camino hacia tí.

Salí de mi casa con un abrigo que aminorara el frío que hacía. Caminé por la calle para llegar a tu hogar y en el camino me detuve en la florería cercana, la cual todavía no abría. La sensación en el estómago seguía con intensidad. Con la misma emoción que surge cuando el primer amor. Sin saber bien a bien qué hacía, di media vuelta y volví a casa. Tenía miedo. Miedo por lo que pudiera ser y miedo por lo que no pudiera ser. Miedo. Miedo a no sé qué. Sencillamente, miedo. Así que, cobardemente, di media vuelta y regresé a casa, porque no quería saber más. ¿Y si las cosas no funcionaban? ¿Y si volvía a sufrir? ¿Y si tenía que volver a llorar y a padecer? No, mejor no. Dar vuelta. Ahora. Así. De regreso. Solo. Solo...

Pasaron los días en amarga soledad. Mientras leía el mismo viejo libro u observaba una nueva y mediocre película en televisión, sentía el peso de la soledad. Mientras cocinaba cualquier cosa o me bañaba, oía el silencio de la soledad. Mientras miraba por la ventana los atardeceres y preparaba mi ropa para el siguiente día, platicaba con la soledad. Si tan sólo fuera más valiente... Pero de qué podía servir la valentía si eventualmente caería en el vórtice del conflicto pasional, del desbordamiento espiritual, de la insolencia amorosa, de la bestialidad desesperada, de la condena al amor. Aunque... Es que... Tú. Tú eres la idea de un mañana con sonrisas. Tú eres mi fantasía más recurrente. Tú eres el amor. Tú como sólo tú.

Una vez más, tomé mis cosas y volteé a ver al Cristo en la cabecera de mi cama. Boté el libro, que leía en aquel instante, en el buró y me decidí. Basta ya de tormentos autoimpuestos. Basta ya de tonterías. Basta ya de indecisión. "¡Qué más da!", me dije a mí mismo. Sí. Ahora sí.

Resultó que aquella mañana un intempestivo aguacero me agarró desprevenido. Sin paraguas, ni nada más para cubrirme que aquella vieja sudadera, testigo de muchas aventuras. Empapado, volteé una vez más. ¿Otra vez el miedo al amor? No, esta vez no. Esta vez eras tú. Un par de luces alumbraron el camino y un automóvil se orilló. Desde dentro, tu dulce voz me invitaba a entrar y salvarme de aquella repentina tormenta en pleno diciembre. Entré y preguntaste a dónde iba. Te contesté: "No sé." Sujetaste mis manos frías y las llevaste a tu pecho. Sorpresivamente dijiste: "Yo sí sé." Un beso nos fundió en aquel instante y todo miedo se acabó. Me entregué nuevamente porque supe valía la pena. Apareciste y eso fue suficiente. Lo supuse desde que vi tus ojos. Lo entendí desde el hueco en el estómago. Lo asumí cuando me encontraste en medio de la lluvia. Lo supe cuando nos besamos por horas y no nos dejamos más. Lo creí cuando vi que me entendías y me amabas sin preguntas, ni contratiempos, ni desvelos, ni angustias. Ahora sólo tengo miedo de algo: No despertar con la misma sensación en el estómago cada mañana.

No. La verdad es que ya no tengo miedos. Sencillamente, sé que estás tú.

A mi Shmoopsie Poo.
Porque te lo debía y, sobre todo, por el tierno amor intenso.
Jerr. Enero 12, 2008.

enero 09, 2008

Generación Gadget: Lo que somos

Los humanos vamos por la vida buscando definiciones y acotando lo que no está naturalmente limitado y supongo que eso nos remite a una necesidad intrínseca por tener un cierto orden en nuestra existencia. Así, a través del tiempo, se han puesto "etiquetas" a las distintas etapas temporales en las que se vive, desde la época clásica hasta la contemporánea. En términos sociales, se han aglutinado a las personas que tienen ciertas características en común, con una dimensión temporal también común, en generaciones. Se dice que, actualmente, formamos parte de la Generación Gadget.

La también conocida como "Generación Y" tiene tres necesidades básicas, según un artículo en la revista Día Siete: comunidad, expresión personal y personalización. Aunque hay debates sobre la dimensión temporal de esta generación, la que está mayormente aceptada es la que nos señala como parte de ésta a los nacidos entre 1976 y 1991. Un modo de vida significativamente menos desenfadado que nuestras generaciones predecesoras y, también, una inmensa apertura dadas las condiciones de comunicación e interacción globales. Un uso fundamental de la internet para comunicarnos, interactuar, compartir, trabajar, relacionarnos y basar nuestras actividades. La importante dimensión de la música en la vida cotidiana. Una mayor valoración por el ahorro del dinero y la protección del medio ambiente. La relevancia del bienestar propio frente a la sujeción a valores impuestos. Una capacidad por realizar muchas actividades a la vez y una intención por abarcarlo todo. La necesidad de transmitir lo que se siente y de hacer parte a los demás de la vida propia (sin importar que los demás sean perfectos desconocidos). Comodidad en el entorno personal. Todas estas cosas son las características determinantes, los lugares comunes, los links que encontramos en los que pertenecemos a la Generación Gadget.

También, por supuesto, no se puede dejar de mencionar (pues evidentemente formamos parte de ello) que, a parte de estar sujetos a la red en sí, en lo particular estamos sujetos a la Web 2.0, es decir, la red donde podemos interactuar y comunicarnos de forma personalizada pero en términos compartidos, saciando justamente las "necesidades básicas" de la generación. Así pues, elementos como los blogs, el hi5, el facebook, flickr, Second Life, Wikipedia, entre otros, se vuelven elementos de la vida cotidiana y, en algunos casos, hasta trascendentales. Finalmente, y precisamente aunado a esto, se debe hablar del esfuerzo global (quizás inesperado y no planeado) democratizador que ha impulsado esta generación a partir de la internet. Dado que el interactuar cibernético está basado en cooperar y compartir, se ha incentivado la tolerancia a la pluralidad y se han atacado los monopolios de todo tipo (sobre todo, los informativos).

Entre las críticas a la forma de vida de la Generación Gadget está un supuesto aislamiento basado en la preponderancia de la red como modus vivendi. Sin embargo, creo que, si bien se ocupa mucho tiempo en la actividad cibernética, si no se tuviera una vida fuera de la red no habría experiencia alguna que compartir dentro de la red. En este sentido, todos los seres humanos debemos seguir teniendo vidas reales que después podamos compartir, expresar y comunicar en la internet para todos los demás. Simplemente, se facilita la comunicación y se expanden las fronteras de la información. Ciertamente, por otro lado, nos hemos vuelto infinitamente más dependientes de estas dos cosas: la comunicación y la información. Pero, en todo caso, estas dos pueden ser las armas más efectivas para defendernos en la innegable realidad de hoy: la globalización. Procesos compartidos y simbióticos, posiblemente. No obstante, las condiciones del mundo actual, por lo que sea, nos han hecho desenvolvernos y desarrollarnos en el entorno que se ha descrito. Así, por lo pronto y claramente, Generación Gadget es lo que somos.

A mi mejor amigo, mi hermano, Costeño.
Porque toda esta generación nos la echemos juntos.
Jerr.
Enero 9, 2008.

Generales del calentamiento global

A mí me da mucha pena pensar que hay todavía gente que cree que el calentamiento global es un "mito" o que, en realidad, no es algo por lo que debamos preocuparnos por ahora. Y, claro, frente a las preocupaciones materiales que aún persisten, como la reducción de la pobreza, una preocupación postmaterial como lo sería, según los teóricos, el medio ambiente, estaría de más. Bueno, yo pienso que no estaría de más. En todo caso, el rescate del medio ambiente y el ocuparnos del problema del cambio climático es parte de una solución integral a los problemas del orbe. Yo tiendo a coincidir con los teóricos de economía política, que propugnan por la cuestión ambiental como parte importante para abordar el tema del desarrollo económico. Además, creo que hay una inmensa carga de cinismo entre los economistas que suponen que una resolución a los problemas ambientales el día de hoy es más costosa en términos económicos, que dejar que las cosas ocurran y, entonces, buscar la forma de revertir el daño. Desde luego, podrán suponer lo que sea y sustentar de alguna manera sus argumentos. Pero en mi experiencia todo argumento puede ser sustentado de alguna forma, así que no es determinante una "prueba" del tipo. Más bien debemos pensar, en éste y muchos otros casos, en la inminencia de la acción, en términos éticos y, sobre todo, con sentido común. Quizás subjetivo, pero no por ello menos relevante: A todas luces, debemos hacer algo ya para revertir los daños evidentes que hemos hecho a nuestro medio ambiente.

Les dejo un buen video, que refuerza la campaña contra el calentamiento global de S.O.S. (Sembrando Otras Soluciones).


enero 07, 2008

¿Podrá seguir la fiesta?

Mientras que la vida se opone a que siga la fiesta con el fin oficial del maratón Guadalupe-Reyes, el retorno a clases de millones (menos yo), la inevitable excursión al ITANG a hacer papeleo y ver al asesor de tesis que quiere que le ayude con no-sé-bien-a-bien-todavía, y -lo más fuerte de todo- una entrevista de trabajo en la tarde, yo me empeño en que no acabe la fiesta. En un par de días mi mejor amigo cumple años y el sábado festejaremos de lo lindo. No puedo dar detalles, pero estará pecaminoso. Así que, por ese lado, no hay motivos por los cuales termine la fiesta. Además, no estoy en el mood de dejar que muera. Por lo tanto, aquí les dejo el video Don't Stop the Music de Rihanna. ¿Quién podría decirle que no a este bomboncito relleno de chocolate?

enero 06, 2008

¡Mi cumpleaños!

Acabo de despertar de la gran fiesta que tuvimos ayer en Kpital. ¡Muchas gracias a todos los asistentes! (También a los no asistentes, pero que recordaron que cumplí años hace unas horas y me mantuvieron en mente y corazón... ¡Eso qué!) Por lo pronto, todo el día de hoy sigue la fiesta. Los dejo con dos bellezas del fiesteo: el nuevo éxito reggeatonero del momento Gillete, cantado por Yasuri Yamileth (nuevo descubrimiento del reggeaton); también, a la hotel-empire-heiress (aunque el abuelo está a punto de desheredarla) Paris Hilton, quien según las últimas noticias fue descubierta en "cariñosa actitud" con una chicuela en Las Vegas. Let's continue the party!



enero 04, 2008

Un fragmentito de Diablo Guardián

Gracias a Diego Fernando por la recomendación y a Celine Françoise Aramara por el regalo.

Si de verdad mis genes son tan corrientes como sospecho, mi problema está en que soy mercancía de Sears empeñada en llegar a un aparador de Saks. ¿Cómo haces para que una blusa de diez dólares parezca de quinientos? Eso era exactamente lo que yo traía en la cabeza cuando iba caminando como loca por la Séptima. Me preguntaba cuánto podían ganar esas viejas siniestras que salían en las etiquetas de las películas, encueradas entre quién sabe cuántos hijos de vecino. Y yo, que me había especializado en hijos de jardinero, como que regresaba de repente a mis telarañas. Ya no era virgen, claro, pero la relación con Eric era spiderweb-free. Por disposición de la gerencia, no se admiten ideas pirujonas. Cuando esa noche el hambre y la sed me sacaron a la calle, afuera había otros amiguitos esperando. Morbo. Ambición. Calentura. No te digo que entonces ya soñará con ser piruja. Tenía intereses muy afines, por supuesto, pero una cosa es preguntarte qué se sentirá que te filmen haciendo circo, y otra ponerte a hacerlo por una lana. No me prendía pensar que les pagaran mucho, sino lo contrario: me ponía caliente imaginarme que les pagaban una mierda. Ni siquiera cien dólares. Digamos que cuarenta, por abrirle las piernas a diecisiete puercos. Y que la cosa sea tan humillante que te filmen a la hora en que cobras. Ese sería el orgasmo de la película: ver el par de billetes arrugados que le dan a la Primera Actriz. Tome usted sus cuarenta dolarotes y llévese estos dos bolillos para que se quite el hambre en el camino. Igual entonces no me daba cuenta, o no quería dármela, o me la daba y me importaba poco, ya no sé, pero lo que quería era caerme. O sea, mediomorirme. Elevator going down! Y esas luces horribles, como de hospital, con las películas y las revistas y todas esas mierdas, parecían todavía más spooky que la oscuridad. Danger. Dungeons and Dragons Area. Beware of inner fires! Soy una naca, ya sé. Una chicuela de dieciséis años que se la pasa súper paseándose entre putas y calientes jamás será una señorita decente. Siempre Sears, nunca Saks. Qué le vamos a hacer, Woolworth no cabe en Tiffany.

Xavier Velasco, Diablo Guardián.

enero 01, 2008

Un año comienza...

Volví a casa a las 5:15 a.m. Buena fiesta en casa de Memito. Sólo sé que, por alguna razón, el nuevo año se dimensiona interesante. Bastante interesante... Por lo pronto, ando contentillo y, a pesar de un mensajito recibido a las 4:30 a.m., que me gustó y me perturbó a la vez (una perturbadita agradable, eso que ni qué, pero perturbadita al fin), todo se mostró en el suficiente orden. Sólo me preocupa el pequeño perro que anda medio tristón... En fin, ya sea por una u otra cosa, decidí que el primer posteo sería de videitos musicales. Uno es una canción de Kinky, A dónde van los muertos, y otro es la canción de Encantada, la última película de Disney, That's How You Know. Sí, ya sé, qué cursi. Me vale. La neta es que me imagino a toda la banda gringa y todos esos clichés danzando por el Central Park neoyorkino y no puedo dejar de reírme. 2008 llegó: ¡A disfrutarlo!