+música+ Local Natives ++ Coins
Hace 7 años.
junio 29, 2009
junio 21, 2009
Adiós amor
Si yo creyera en que las cosas podrían ser distintas, ya te hubiera buscado para abrazarte y besarte.
Si yo necesitara de tí, como algún día lo pensé, entonces corriendo hubiera llegado a tu lado.
Si yo no pudiera vivir sin tí, hace mucho que mi respiración se hubiese opacado en un atardecer triste y amargo.
Sin embargo, las cosas siguen igual, no necesito de tí y sigo vivo.
Así las cosas, mejor no te busco, ni corro a tu lado, ni muero por algo que no será.
No será, porque tú así lo quisiste...
Si yo necesitara de tí, como algún día lo pensé, entonces corriendo hubiera llegado a tu lado.
Si yo no pudiera vivir sin tí, hace mucho que mi respiración se hubiese opacado en un atardecer triste y amargo.
Sin embargo, las cosas siguen igual, no necesito de tí y sigo vivo.
Así las cosas, mejor no te busco, ni corro a tu lado, ni muero por algo que no será.
No será, porque tú así lo quisiste...
junio 17, 2009
junio 11, 2009
junio 07, 2009
Nota de campaña
Domingo, 8:00 a.m. Raro estar despierto a estas horas, pero en campaña no hay días ni horarios. Hoy voy a la zona más pobre y carente de cualquier cosa en mi municipio. Sólo una vez he ido para allá. Precisamente en esta campaña.
Me he dado cuenta de la verdadera marginación. No sólo en este lugar, sino en muchos otros de mi municipio. Incluso en la zona de fraccionamientos y, supuestamente, residencial, hay muchas personas que viven en la zozobra. Personas que se han quedado desempleadas en los últimos meses, porque el Presidente del Empleo les "cumplió" con toda claridad.
Mis andanzas en campaña me han dejado ver la realidad de nuestro país, enclavada en un territorio municipal, sin vendas en los ojos y sin ataduras teóricas. Nuestros problemas son grandes y se requiere de una clase política, económica y social comprometida y con un afán real de servicio para corregir todo eso en lo que podemos meter mano. Cambiar las condiciones de vida de muchas personas. No es cuestión ideológica, sino mero sentido común.
Aprecio infinitamente las caras de agradecimiento por tan sólo escuchar. Muchísima gente tiene una necesidad en particular, únicamente, de ser escuchado, de ser atendido, de poder desahogarse. Uno carga con ello y a veces se lo vuelven a topar a uno y preguntan inocentemente: "¿Se acuerda de mí? ¿Del problema que le comenté?" Y sí, la gran mayoría de las veces me acuerdo y me gustaría tener la varita mágica para ayudarle. Lamentablemente, todo pasa por ganar la elección y tener los medios para hacerlo. Pocas veces, me sonrojo por la pena que me da no poder acordarme de mi interlocutor. Me pasa poco pero pasa.
Lo que sí hago seguido es cambiarle el nombre a la gente. Por ejemplo, hay dos amigas, líderes de unas colonias, muy trabajadoras. Siempre me decían que Carmen y Rosario esto, Carmen y Rosario lo otro. Así que un día yo decidí que una tenía más cara de Rosario que la otra y a ella le empecé a decir Rosario. Hace un par de días la verdadera Rosario me dijo: "Nomás que yo soy Rosario y ella es Carmen". Yo, con el colmillo ganado en estos pocos pero nutritivos años en la política, contesté: "Para que vean qué buen equipo hacen, que hasta sus nombres confundo". Se fueron felices, riendo.
Ha sido toda una experiencia. Faltan unos 23 días de campaña.
Me he dado cuenta de la verdadera marginación. No sólo en este lugar, sino en muchos otros de mi municipio. Incluso en la zona de fraccionamientos y, supuestamente, residencial, hay muchas personas que viven en la zozobra. Personas que se han quedado desempleadas en los últimos meses, porque el Presidente del Empleo les "cumplió" con toda claridad.
Mis andanzas en campaña me han dejado ver la realidad de nuestro país, enclavada en un territorio municipal, sin vendas en los ojos y sin ataduras teóricas. Nuestros problemas son grandes y se requiere de una clase política, económica y social comprometida y con un afán real de servicio para corregir todo eso en lo que podemos meter mano. Cambiar las condiciones de vida de muchas personas. No es cuestión ideológica, sino mero sentido común.
Aprecio infinitamente las caras de agradecimiento por tan sólo escuchar. Muchísima gente tiene una necesidad en particular, únicamente, de ser escuchado, de ser atendido, de poder desahogarse. Uno carga con ello y a veces se lo vuelven a topar a uno y preguntan inocentemente: "¿Se acuerda de mí? ¿Del problema que le comenté?" Y sí, la gran mayoría de las veces me acuerdo y me gustaría tener la varita mágica para ayudarle. Lamentablemente, todo pasa por ganar la elección y tener los medios para hacerlo. Pocas veces, me sonrojo por la pena que me da no poder acordarme de mi interlocutor. Me pasa poco pero pasa.
Lo que sí hago seguido es cambiarle el nombre a la gente. Por ejemplo, hay dos amigas, líderes de unas colonias, muy trabajadoras. Siempre me decían que Carmen y Rosario esto, Carmen y Rosario lo otro. Así que un día yo decidí que una tenía más cara de Rosario que la otra y a ella le empecé a decir Rosario. Hace un par de días la verdadera Rosario me dijo: "Nomás que yo soy Rosario y ella es Carmen". Yo, con el colmillo ganado en estos pocos pero nutritivos años en la política, contesté: "Para que vean qué buen equipo hacen, que hasta sus nombres confundo". Se fueron felices, riendo.
Ha sido toda una experiencia. Faltan unos 23 días de campaña.
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