diciembre 18, 2007

Mascotas universitarias

Bueno, mi querida universidad está llena de sinsabores y orgullos. Acabo de pasar por la etapa que más sinsabores deja: los finales. Ya veremos qué ocurre. Por lo pronto, estoy de vuelta, porque un final desapareció. Como era de esperarse el final del seminario estéviano sobre Pobreza y Política se transformó rápidamente en un trabajo final, el que posiblemente nunca llegue, pues el profesor se comprometió a mandarlo hoy y hasta hace unos minutos que revisé el correo no ha llegado. Eso puede ocurrir siempre con el profesor Estévez. De hecho, en palabras de Margarita: "Con él nunca se sabe qué pueda ocurrir." Así, dicho ni más ni menos que por la legendaria Margarita. Obviamente, con ello me refiero a que tiene toda la autoridad moral del mundo en cuestiones relacionadas con la H. Facultad de la politología itamita. En fin, esto es demasiado local. A lo que voy es que, aunado al comentario de la "garra puma" de mi querido amigo ItoCuaz, prominente escritor, pensé sobre las mascotas universitarias.

¿Será que las mascotas universitarias expresan algo más de lo que se imaginan? Desde luego, por principio éstas pretenden englobar algún concepto que caracteriza a sus respectivos universitarios. Aunque también es muy posible que las universidades más nuevas tuvieron que elegir una mascota de entre las opciones que les quedaban, dado que "las mejorcitas" ya estaban tomadas. No sé. Así, debemos notar al puma de la UNAM, animal aguerrido y feroz. No obstante, por otro lado, también se sabe que el puma, además de solitario, es un animal adaptable y generalista. Entendible. El IPN tiene su burro, el cual sugiere trabajo, esfuerzo; un animal luchón, pues. Mientras tanto, el Tec de Monterrey tiene su borrego. Eso sí, no cualquier borrego, sino uno "salvaje", un cimarrón con una cornamenta impresionante para aquellos que osen meterse con el animalito. Por eso. La Ibero tiene un jesuíta, no, perdón, un lobo como mascota. Canino feroz, pero eso sí, humanista. La UAM tiene como mascota una pantera negra, animal por demás hermoso y también imponente, no es de negarse. La UVM tiene su lince, otro felino, quizás no tan apabullante como podría ser el puma o la pantera, pero tiene lo suyo porque el lince regularmente es reconocido como un símbolo de inteligencia y sagacidad. Quizás. Pero bueno, el ITAM tiene al dragón como mascota. Si hubiera de enfrentarse a cualquiera de los otros animales, necesariamente saldría victorioso, no necesariamente por su dimensión y fuerza descomunal, sino porque simple y sencillamente es un animal mítico. Un animal mítico no podrá vencerse dado que no puede conocerse su trascendental dimensión (quizás, incluso, no existente). En fin, cosillas que había que notarse: el mito del dragón y la caracterización del itamita. Las mascotas universitarias y lo que nos dicen. No pretendo ofender a nadie, como siempre es sólo una divagación cualquiera. (Risilla traviesilla.)

P.D.: Se avecinan tres ensayos de ideas que rondan por mi mente desde hace un tiempo, pero que, por la absorción escolar, no pude desarrollar y hacer públicas. Entonces, en camino están: Pensamiento militante, Sobre ideologías y otros menesteres y Lo que somos: Generación Gadget.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo propongo sustituir al dragón por la isocuanta, eso sería representativo.

ssserch