febrero 21, 2008

El proceso electoral en EUA hasta ahora

Los que se rasgan las vestiduras en México sobre lo "largo", "oneroso", "derrochador" de las campañas, deben estar rasgándoselas más al ver las campañas de nuestro vecino, Estados Unidos. Por ahora, el proceso electoral estadounidense se mantiene en la etapa de las primarias, pero cabe decir que las "precampañas" están andando desde el 2006. Aunque muchos de esos precandidatos, que anunciaron tempranamente sus intenciones, ya han salido de la contienda. Así las cosas, por ahora quedan en la contienda los demócratas Hillary Clinton y Barack Obama, y los republicanos John McCain, Mike Huckabee y Ron Paul.

Del lado republicano, las cosas pintan seguras para John McCain, virtual candidato por su gran ventaja frente a sus oponentes. Del lado demócrata, las cosas están muy cerradas entre Obama y Clinton. Sin embargo, en los últimos días, Barack Obama ha alcanzado momentúm y rebasado a Clinton, la otrora preferida, en las encuestas y en el número de delegados. Creo que será difícil que Clinton logre dar la vuelta a Obama. Sin embargo, todo puede ocurrir, pues si algo nos ha dejado en claro este proceso es que los cambios se dan y se dan en el momento menos esperado.

Si las cosas fueran como se busca en México (por ejemplo, campañas cortas y poco uso de medios), lo más seguro es que, a estas alturas, los candidatos fueran Hillary Clinton por los demócratas y Rudy Giuliani por los republicanos. Ambos figuraron muy por delante de los otros aspirantes por mucho tiempo, pero Giuliani fue superado prontamente por el senador John McCain al enfocarse en las "batallas grandes" (como fue Florida), dejándole a McCain la oportunidad de hacerse de las primeras primarias y tomar la delantera en la voluntad republicana. Por otro lado, la senadora Clinton fue considerada con amplia posibilidad la "próxima presidenta de EUA". Sin embargo, las promesas de cambio del joven senador afroamericano, Barack Obama, despertaron la inquietud de muchos jóvenes, que regularmente no participan en política, y un particular sentido de unión racial entre los afroamericanos, que se cohesionaron en torno a su candidatura. Las cosas pintan bien para Hillary en las próximas primarias en Ohio y Texas, donde cuenta -según las encuestas- con una holgada ventaja en el primero y una relativa en el segundo.

Por otro lado, como pintan las cosas, es posible que los Súper Delegados (dirigentes del Partido Demócrata) terminen por decidir quién será el candidato demócrata a la presidencia. Sino quieren ir en contra de la "voluntad popular" y su propia tradición de defensa del "voto puro" (recordemos que abanderaron esta causa desde que Al Gore perdió la presidencia de EUA por un sistema político que privilegia la tradición de los delegados estatales sobre el llano voto popular; Al Gore ganó el voto popular, pero George W. Bush ganó en número de delegados), tendrán que asumir que el ganador, si las cosas siguen igual, es Obama. Incluso si se sumaran los votos vertidos en Florida, donde ganó Clinton pero no contaron por un castigo impuesto al estado por la directiva del Partido Demócrata, Obama tendría una pequeña pero real ventaja númerica sobre la ex primera dama.

La cosa es casi un hecho en el campo republicano: John McCain será su candidato. Los republicanos de extrema derecha temen su falta de "republicanismo" en ciertos temas. Recientemente, George H. W. Bush, padre del actual presidente, salió a declarar su apoyo al senador McCain, lo que indicó un apoyo proveniente de esa parte republicana que desconfia de McCain. Los republicanos saben que en la elección general irán cuesta arriba tras el desastroso gobierno de Bush. Sino van juntos no lograrán vencer a los demócratas. Los demócratas sufrirán por una contienda reñida y muy virulenta. Clinton representa, la verdad sea dicha, el conocimiento profundo de las políticas públicas americanas y la amplia experiencia para hacer las cosas. Obama representa el cambio en la política tradicional, representante de una nueva generación, pero ciertamente levanta dudas sobre su capacidad administrativa.

Clinton levanta rencores y amores, seguramente no jalará a los jóvenes y a ciertos sectores que apoyan a Obama. Aunque, ciertamente, podría contener los ataques de McCain de los cuales, inevitablemente, sufrirá Obama. McCain puede fácilmente echar en cara a Obama su falta de experiencia ejecutiva y militar, cosas que le importan a los estadounidenses. Eso no lo puede hacer con Clinton, pero Clinton levanta ámpulas ella misma, sin necesidad de que nadie diga nada. Según las encuestas, Obama estaría en mejor posición de enfrentar y vencer a McCain que Clinton. No obstante, como se ha visto, es cosa de ver a Obama frente a McCain en la elección general. En ese sentido, es posible que Obama no sepa hacer control de daños ni manejo de crisis, porque cabe decir que nunca se ha presentado con derrotas o contratiempos. Afortunadamente para él, su carrera política se ha visto coronada por victorias tras victorias.

Como sea el escenario, la elección general será intensa e interesante. Lo cierto es que los demócratas perderán la elección, no la ganan los republicanos. Si los demócratas pierden será por su falta de cohesión o por las carencias de quien sea su candidato. Efectivamente, McCain no es el mismo conservador que es el actual presidente Bush, mucho menos el ultraconservador que es Huckabee (quien representa la derecha de Atila), pero no puede negar la cruz de su parroquia. McCain, al final de cuentas, es republicano y verá por los intereses de éstos. Sus posturas, aunque matizadas, así lo indican. Para el mundo y nuestro país, será mejor un gobierno demócrata. Si bien McCain no sería lo mismo que Bush, lo preferible sería un gobierno de Clinton u Obama. Ya veremos cómo se desenvuelven las cosas, porque el hecho es que no se puede vaticinar algo con absoluta certeza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cumpliendo mi "obligación".
Saludos jerr,
Sergio