mayo 18, 2007

De vuelta a Harush Nikubb

Justo por estos días, hace ya cuatro años, repartía entre un grupo de jóvenes preparatorianos un libro (cabe decir que a ellos me unía y une un especial vínculo, de ese que se suele llamar "amistad"). Aún me pregunto si se puede considerar libro. Algunos me propusieron el concepto de libelo. Sin embargo, según el diccionario, libelo significa "escrito sarcástico que sale a la luz para denigrar a una persona, una teoría o una obra; suele ser anónimo o escrito bajo seudónimo". Estamos en lo cierto en la última cosa, Harush Nikubb vio la luz bajo un seudónimo, el cual es mi apodo de hace siglos y, supongo, tan generalizado, que no se puede usar como para ocultar mi identidad. En cuanto a lo primero, es muy posible que, hoy por hoy, ese texto fuera una burla para la persona en que me he convertido. Pero bueno, la gente tiende a cambiar con el tiempo (las experiencias vividas, que se van acumulando, suelen importar), entonces es entendible que el que fui hace cuatro años, no sea el mismo que soy actualmente. En fin, ante esta introducción poco explicativa y más bien justificativa, propongo bloggear cada semana por un mes -independientemente de las demás aportaciones que puedan darse- pequeños fragmentos del susodicho texto, con el propósito de hacer un modesto homenaje a Harush Nikubb (por ende, a mí mismo, ¡jaja!), a cuatro años de que éste fue autopublicado y vio la luz.

Capítulo: Contracultura (fragmento)

Vivimos en un país, México por si no recuerdan, en el que mucha gente se manifiesta en contra del sistema, y a veces me temo que es bastante justificado. Esto es el marco perfecto para que se den muchas contraculturas.

(...)

Debemos acabar con estos términos de “contracultura” que desde el principio se oye muy feo, pues enfrenta, contrapone y rivaliza. Nuestra sociedad debe ser una inclusiva, en la que todos pueden vivir felices. Suena como una utopía pero puede ser real. Todos podemos aprender de las posturas de los otros, y estos de nuestras posturas. Yo quiero vivir en un mundo feliz (no el de Huxley). Creen que se pueda? Al menos mi mundo, el de mi vida diaria, he logrado hacerlo lo más inclusivo posible, ustedes lo saben. No todos mis amigos son del mismo grupito, y ninguno piensa igual al otro. Así que sí se puede, sólo hay que hacerlo a gran escala.

Capítulo: Recuerdos (fragmento)

Y ahora llego la hora de dar otro paso. Nos vamos a nuevos mundos. Vamos a la universidad, Jerr al ITAM, los demás a otras tantas que veo estarán tan lejos de mí. Y sólo me queda desear que nuestros planes se cumplan, que el vernos lo más que se pueda sea posible. Que nos tengamos siempre en mente, yo lo haré. Que la interconexión cósmica nunca acabe. Yo trabajaré porque así sea. Somos únicos. Somos.

Me gustaría acabar con algo que dijo el buen Maestro Gabo (García Márquez):
“La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y como la recuerda para contarla”.

Jerr, Harush Nikubb.

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