1. ¡Qué buena está La Bella y la Bestia: El musical de Broadway! Me hizo recordar mis años mozos de niño travieso, pues la vi, por primera vez, en el Teatro Orfeón hace diez años o más. Lo cual, desde luego, me puso nostálgico, pensando en que el tiempo ha pasado muy, muy rápido. Lo impactante fue ver la obra con la participación especial de Lolita Cortés como Bella. Además, me tomó por sorpresa ver a mi querido amigo y buen actor, Rogelio Suárez, participando en este final de temporada. En general, una felicidad muy grata.
2. Se están atorando bien cañón a Baby Obama. La indiscutiblemente guapa Sarah Palin fue su acabose. El que a hierro mata a hierro muere, oí por ahí. En referencia a cómo dejó en el camino a poor little Hillary.
3. Este país se está yendo al reverendo caño con Felipe "La Tuna Borracha" Calderón. ¿Qué demonios está haciendo con tanta faramalla sobre el "combate a la inseguridad"? Lo de Morelia ya es el colmo, porque deja bien en claro que la lucha contra el crimen no se está ganando. Simple y llanamente, este hecho demuestra que lo que urgen son labores de inteligencia y no más armamento, no más policías, no más penas que nunca se cumplirán y no más mercadotecnia inútil. Urge una policía verdaderamente informada, para prevenir el delito y no para castigar lo imposible. También, urge sacar al Ejército de tareas policíacas.
4. Fin de semanas peliculero: (1) Arráncame la vida es una muy buena película; bravo para Giménez Cacho; deliciosa, la Talancón; regular, el joven de Távira. Vayan a verla. (2) Re-chafa el final de Iron Man. No iba tan mal y me salen con eso. Chale. (3) Párpados Azules: ¡Qué buenas actuaciones! Sólo que me quedé pensando que la soledad está bien cabrona... ¡Ja! (4) ¡No, no, no! Daniel Day-Lewis es una cosa bárbara en Petróleo Sangriento. Qué bueno que mató al pastorcito hijoeputa: me tenía hasta la madre y dudé, en algún momento, de que se lo echaría.
5. Inquietantes sospechas sobre lo poco entendible del mundo, a partir de lecturas, vivencias e inclemencias de los últimos días. ¡Abur!
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