septiembre 23, 2008

Cinthia Fernández, Abbey Díaz o De por qué Dios existe


¡Sé que Dios existe cuando semejantes mujeres se me presentan a la vista!

Una reverenda maravilla es esta modelo argentina, que se aseguró el bello trasero por un millón de dólares (¿Y cómo no?). Justamente, durante su participación en un reality en la TV argentina, tuvo que hacer valer su seguro, pues se quemó las excelsas "pompitas" al rasparlas con el frío y terrible hielo de la pista de patinaje. Nada que unas buenas untadas de pómada no puedan solucionar. Desde luego, mi disposición está siempre a la orden.

Haciendo la respectiva investigación por la red, descubrí que la joven no es sólo un lindo trasero -que ya con eso bastaría, cabe decir-, sino que también tiene detrás de ella -a parte de un lindo trasero- una triste historia de abuso a sus apenas 19 años. Entre ellos, según Cinthia o Abbey (porque se me olvidaba decir que tiene dos personalidades), se le obligó a realizar un video donde deja ver sus no tan famosos, pero no por ello menos notables, atributos delanteros. Es decir, un video donde realiza un baile erótico y deja los senos al aire, así como lo oyen. El caso es que, en el momento de la filmación, era menor de edad (tal cual ella lo menciona) y se le obligó a realizar semejante abominación. Eso sí, bendito sea el Señor, aseguró que ella sigue siendo vírgen, en declaraciones anteriores a su entrada a la casa del Gran Hermano en Argentina. ¡Magnífico ejemplar!


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