julio 06, 2008

A veinte años

Hace veinte años se llevó a cabo la elección más cuestionada hasta entonces. El supuesto fraude del 1988 enfrentó al decadente sistema político del partido hegemónico con lo que efectivamente era una tendencia opositora a ese régimen. Sin embargo, por condiciones reales y estructurales, hubiera sido imposible, en aquel momento, la derrota del PRI. ¿Por qué? Porque simple y sencillamente un movimiento opositor no tenía un alcance nacional y, por lo tanto, no podía tener repercusiones de ese tipo. En realidad, sí hubo cambios políticos regionales notables, pero nada como para hacer tambalear al PRI. Además, el candidato oficial Salinas tuvo todo a su favor, incluída la presencia mediática, por lo que nunca lograrían -ni de chiste- cerrársele sus contrincantes, Cárdenas y Clouthier. En todo caso, como lo señala Camacho -me parece- en el libro de Castañeda, La herencia, fue más una cuestión de ajustar números (lo que, desde luego, es un fraude; pero no un fraude descomunal para arrebatar una victoria, sino un fraude para asegurar la mayoría legislativa para el PRI, ya que el Congreso era un Colegio Electoral en aquellos tiempos y se necesitaba asegurar la calificación favorable de la elección presidencial). Hoy poy hoy, todo indica que nunca se le robó la presidencia a Cárdenas. Sin embargo, se recuerda la fecha como un hecho político memorable, que influyó para la transición democrática mexicana. He aquí algunas excelentes fotos que me volé de Reforma.com.


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