octubre 13, 2007

Un fragmentito de Desarrollo y Libertad

Permítasenos comenzar con una distinción entre dos actitudes generales hacia el proceso de desarrollo que podemos encontrar tanto en los análisis económicos profesionales como en las discusiones y los debates públicos. Según la primera, el desarrollo es un proceso "feroz" con mucha "sangre, sudor y lágrimas", un mundo en el que la prudencia exige rudeza. En particular, exige la desatención calculada de algunos aspectos que se consideran "bobadas" (aun cuando los críticos suelan ser demasiado educados para calificarlos así). Dependiendo de cuál sea el veneno favorito del autor, entre las tentaciones a las que hay que resistirse se encuentran las siguientes: tener redes de protección social que protejen a las personas muy pobres, proporcionar servicios sociales a la población en general, alejarse de las rigurosas directrices institucionales a la hora de dar respuesta a dificultades identificadas y apoyar - "demasiado pronto" - los derechos políticos y humanos y el "lujo" de la democracia. Según esta severa actitud, estas cosas pueden defenderse más tarde, cuando el proceso de desarrollo haya dado suficientes frutos: lo que se necesita aquí y ahora es "dureza y disciplina". Las diferentes teorías que comparten esta visión general se diferencian en los distintos tipos de "bobadas" que deben evitarse especialmente y que van desde la blandura financiera hasta la relajación política, desde la realización de abundantes gastos sociales hasta las complacientes ayudas para luchar contra la pobreza.

Esta dura actitud contrasta con otro punto de vista según el cual el desarrollo es un proceso "agradable". Dependiendo de cuál sea la versión de esta actitud, se ponen como ejemplos de lo agradable que es este proceso algunas cosas como los intercambios mutuamente beneficiosos (de los que Adam Smith habló de manera elocuente), el funcionamiento de las redes de protección social, de las libertades políticas o del desarrollo social, o una u otra combinación de estas actividades sustentadoras.

Amartya Sen, Desarrollo y libertad.

Nota aclaratoria: Regularmente presento fragmentos de narrativas, pero en contadas excepciones (como ésta) se citarán algunos textos que me parecen dignos de que todos los tuviéramos en mente, aunque sean textos más "especializados".

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