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La verdadera pelea viene. Su nombre es John McCain. Este senador es la mejor expectativa para el Partido Republicano, vapuleado por la pésima opinión hacia la administración Bush II. McCain puede
distanciarse todo lo que quiera de Bush y, no obstante, Bush trabajará por él, pues, evidentemente, prefiere un republicano light que un demócrata light. (Simples conceptos de teoría espacial que llegamos a aprender la mayoría de los politólogos itamitas.) Explotarán al máximo las debilidades de Obama, las cuales quedan como anillo al dedo para el discurso republicano: inexperiencia, falta de patriotismo, ausencia de conocimientos militares, demasiado liberal. McCain no sabe recaudar fondos, de ese pie cojea. Pero, ¿qué más da? Tiene al gran recaudador Bush de su lado y la magnífica maquinaria, aceitada con toneladas de dinero, del Partido Republicano. I've been discussing with other collegues: Aún cuando la mayoría (sino es que todos) preferimos un demócrata en la Casa Blanca, esto empieza a oler a un tercer período republicano... Ya veremos. La lucha será a muerte.
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