Ayer lo pensé seriamente: las sendas inevitablemente se vuelven distintas. Mis queridos itamitas y yo nos reunimos para festejar la graduación de los últimos integrantes de la Orden del Dragón, pues la mía ocurrió el pasado diciembre. Ahora, como pasantes de licenciados en politología, la mayoría tenemos "chambas" que nos absorben y nos cotizan. En fin, ahora vendrán las tesis y nuestros exámenes profesionales. Futuros seguramente exitosos, también.
Así como la pequeña Lofer lo dice en su última entrada de su blog de modas, quiero que sepan que los adoro y que son parte importantísima de mi vida. No suelo decirlo. Regularmente les digo, más bien, que los odio, pero saben que no. Es parte del cinismo de priísta y humor ácido del que ha sufrido demasiado. Jajaja. Una maravilla y un honor haber luchado junto a ustedes contra la inminente locura de estudiar en el ITAM. Una maravilla y un honor poder seguir compartiendo Noches de Vinos y Quesos Finos. Una maravilla y un honor seguir teniéndolos como amigos y compartir toda una vida por delante.
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