noviembre 26, 2008

Cosas de la vida

Ahora, no son delicias, pero sí cosas. Cosas casuales e insospechadas.

Una sonrisa interesante se dibuja en mi rostro al toparte en mi trabajo, al que nunca hubieras ido, sino fuera porque hoy no pudo tu pasante. Lugar en el que yo nunca hubiera trabajado, sino fuera por la insistencia de mi padre y la necesidad de la coyuntura política.

Te marqué y platicamos por varios minutos, haciéndose tarde para el foro del día de hoy.

No me importó; tenía mucho tiempo esperando toparte por la vida. Bienvenida de vuelta.

No hay comentarios.: