abril 28, 2010

Esas cosas de las que luego uno no se da tiempo de pensar

Y es que, con esta ajetreada vida, uno no se da el tiempo para pensar cosas fundamentales de la existencia particular.

Sorpresivamente, mientras bajaba de mi auto, tuve un flashazo sobre estas cosas fundamentales: soy una persona muy afortunada. En muchísimos sentidos, he logrado consolidarme y encontrarme. Eso es difícil y eso es un privilegio. Hay quienes tardan mucho en conseguir estas dos cosas, a veces en toda la vida.

Hoy me sé, me acepto y me entiendo cual soy. A lo mejor, lo único que siento carente es el amor, pero ya llegará el bueno. No me entiendo al respecto. Muchas oportunidades y sólo una certeza; esa certeza, sin embargo, es imposible al ser ajena. Quizás un día, pero también quizás nunca, ante lo cual no queda más que seguir la vida. De ahí que me sienta pleno, pues no estoy aferrado a irrealidades. Entiendo mi contexto y lo acepto tal cual, en tanto que lo que me tiene detenido, trabajo para superarlo y seguir creciendo.

Esas cosas de las que luego uno no se da el tiempo, pero el otro día en un instante lo reflexioné.

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